Tuesday, May 08, 2007

Austria apuesta por la soberanía

Autor: GABRIEL MOLINA
EL gobierno austriaco apostó por defender la soberanía de su país, amenazada por las medidas del presidente George W. Bush, en un intento por forzar a ese prominente miembro de la Unión Europea a aplicar extraterritorialmente en Viena las leyes de Estados Unidos.
De ese modo, el banco Bawag, entidad con sede en Viena que se sumó al bloqueo de EE.UU. a Cuba el pasado 18 de abril, revocó su insólita decisión —tomada bajo presión de Washington—, de cerrar las cuentas de ciudadanos cubanos, poco después de ser vendido por una organización sindical austriaca a un grupo financista norteamericano denominado Cerberus.
La ministra de Exteriores austríaca, Ursula Plassnik, dijo el jueves 3 de mayo que su gobierno inició "un expediente sancionador administrativo" contra el banco, a partir de la aplicación de esas leyes extraterritoriales de Washington contra Cuba.
De ese modo, Austria asumió con respecto a las extraterritoriales medidas del bloqueo contra la Isla, la honrosa posición del ex presidente argentino Juan Domingo Perón, en lugar de la sumisión adoptada por el ex presidente de México, Vicente Fox, de ignorar su ilegal y humillante significado.
Perón obligó a las compañías norteamericanas a acatar las leyes argentinas cuando, bajo su presidencia, éstas intentaron incumplir el convenio comercial firmado con Cuba, que incluía la venta de autos y otros productos de Estados Unidos fabricados en el país austral. Así se vieron en la década de los setenta circular Fords y Chevrolets por las calles de La Habana.
Plassnik declaró que el expediente responde a un reglamento de la Unión Europea, según el cual proceden "las medidas de protección contra los efectos de la aplicación extraterritorial de la legislación adoptada por un tercer país". La Ministra recordó airadamente que Austria "no es el 51 estado federal de Estados Unidos".
El ministro de Asuntos Sociales, el socialdemócrata Erwin Buchinger, también protestó contra la cancelación de las cuentas e instó indirectamente a los clientes del Bawag a boicotearlo. Manifestó su confianza en que los clientes dejarían claro a la entidad financiera que ese comportamiento no es bienvenido en Austria. "Las empresas aprenden mejor cuando ven afectados sus balances", dijo el titular.
El desaguisado podría haber tenido consecuencias más serias para el Bawag, ya que la administración pública en Austria efectúa todos sus pagos a través de esa entidad financiera.
Abundaron también las decisiones de cambiar las cuentas hacia otros bancos, hasta que el viernes 4, Bawag se vio obligado a dar marcha atrás. Según un comunicado desde su sede en Viena, la institución decidió "anular, con efecto inmediato, la decisión de cesar sus relaciones comerciales con ciudadanos cubanos", presentó "excusas" a sus clientes, y dijo haber tomado "muy en serio las críticas formuladas".
"Hoy —añadió en misiva al diario cubano Juventud Rebelde, el presidente de la Asociación de Amistad Austria-Cuba, Hans Mikosch—, como nunca en varias décadas, es posible explicar mejor a los austriacos cuáles son las consecuencias de la guerra económica de EE.UU. contra un pequeño país como Cuba".
Narró Mikosch: "El 27 de abril estuve en Leoben, un pueblo de 25 000 personas, en la provincia de Estiria (suroeste). Un funcionario de la municipalidad, su esposa y yo nos paramos frente a una sucursal de Bawag, con un cartel que decía: ‘Todos somos cubanos’, e inmediatamente causó gran interés. Los periódicos locales y provinciales se presentaron, tomaron fotos y nos hicieron preguntas. Incluso todos los empleados del banco nos apoyaron".
"La UE podía haber denunciado esas atrocidades hace mucho tiempo. De hecho, ni la ley Helms-Burton ni la Torricelli han cambiado, ni han sido cuestionadas. Sin embargo, esto probó públicamente que la dignidad de Cuba y su soberanía no están en venta bajo ningún concepto".
Un portavoz de Bawag había reconocido antes que "debía" imponer las medidas de un bloqueo de casi medio siglo que aplica Washington a Cuba y cuya efectividad es supervisada por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. El grupo Cerberus está encabezado por el ex Secretario del Tesoro, John Snow, quien fuera uno de los responsables del fortalecimiento del bloqueo, que exige al gobierno de Bush un grupo de cubano-americanos que mantiene secuestrada la política de EE.UU. respecto a la Isla.
Los fundamentalistas de Miami realizan desesperados forcejeos para evitar la pérdida de sus enojosas prerrogativas. Las últimas son las muestras calificadas de discriminación contra todo lo que huela a cubano, que han provocado innumerables protestas en los cinco países donde hasta ahora se han asumido: México, Canadá, Noruega, Reino Unido y la más reciente, Austria.
Hace algunos meses el banco canadiense Scotia Bank anunció, a través de su sucursal de Jamaica, que no brindaría más sus servicios de transacciones monetarias en dólares de EE.UU. a Cuba, provocando en Canadá un debate en cuanto a la legalidad para una institución de ese país de plegarse de tal manera.
En enero, el Hotel Scandic Edderkoppen Oslo, Noruega, adquirido en marzo del 2006 por la estadounidense Hilton Hotels Corp., rechazó a una delegación de 14 cubanos que viajó a ese país para participar en una feria de turismo. El Gobierno noruego calificó entonces de "totalmente inaceptable" la decisión de la Hilton y los sindicatos obreros denunciaron furiosamente el desaire a los cubanos.
"Esas acciones de los administradores de Scandic son totalmente inaceptables", dijo el viceministro de Relaciones Exteriores, Raymond Johansen, a la agencia noticiosa Reuters.
Hace algunas semanas, en Inglaterra, el banco Barclays ordenó a sus ramas de Londres retirar las cuentas de dos empresas cubanas: Havana International Bank y la firma de turismo Cubanacán. Un grupo de diputados británicos declaró que este es un ejemplo de la presión que ejerce el gobierno de EE.UU. sobre las compañías inglesas para reforzar el embargo (bloqueo) contra Cuba. Informaron que llevarán el tema ante la Cámara de los Comunes.
Los diputados, junto a los mayores sindicalistas y a la Campaña de Solidaridad con Cuba, organizaron el 26 de abril último una demostración para protestar contra la decisión de Barclays. Los accionistas que llegaron a la Asamblea Anual de Bancos ese día fueron saludados por una marioneta gigante de George W. Bush que movía una pancarta escrita con la palabra Barclays. El diputado Ian Gibson, que se encontraba entre los manifestantes dijo: "Esa decisión de Barclays no solo representa una ofensa repugnante contra un país caribeño, es también una contravención a nuestras propias reglas y leyes. Por eso es correcto protestar. Luchamos por un mundo libre. Apoyamos el derecho de Cuba a la propia independencia, en primer lugar apoyamos el derecho de Cuba de ser libre de la agresión norteamericana".
La demostración fue organizada por la Campaña de Solidaridad con Cuba, junto con los diputados Diane Abbott y Colin Burgon y los representantes de los sindicatos británicos Amicus, GMB y Aslef. Rob Miller, el director de la Campaña de Solidaridad de Cuba, dijo: "Después de la decisión del Grupo Hilton de no hospedar ciudadanos cubanos en sus hoteles, el Banco Barclays está haciendo lo mismo. ¿Será que nos estamos moviendo por un camino errado, al final del cual cada compañía en el Reino Unido deberá obedecer a la ley estadounidense? Esta es una pregunta de soberanía nacional y el Gobierno del Reino Unido debería levantarse y defender nuestros derechos de comerciar internacionalmente".
Mientras tanto, la cadena Hilton de Londres escribió al gobierno diciendo que enfrenta un dilema legal, a causa de la presión del gobierno de EE.UU. que prohíbe toda clase de comercio con Cuba. El jefe ejecutivo de Hilton, Ian Carter, ha sido citado a la reunión en el Parlamento que discutirá la aplicación del bloqueo en Inglaterra, este mes de mayo, según el diario The Guardian.
No menos reacción despertó el año pasado la acción semejante de la cadena Hilton en Ciudad de México, donde la Administración se negó a hospedar a empresarios petroleros cubanos que se reunirían allí con colegas de EE.UU. El hotel fue multado por las autoridades de la capital, pero no por la Administración central del país.
El creciente rechazo en EE.UU. a la intensificación del bloqueo, sin embargo, ha llevado a la desesperación a los fundamentalistas en Washington y Miami, pues casi dos tercios de los estadounidenses se pronunciaron a favor del restablecimiento de relaciones con Cuba, según una encuesta de la CNN. El sondeo de la empresa consultora Opinion Research Corporation indicó que el 62% de un total de poco más de mil personas favorecería una medida de ese tipo.
Nada menos que en el propio Miami, antiguo feudo de la contrarrevolución, una encuesta reciente arrojó un resultado igual que en el resto del país.
La política exterior de Bush, especialmente la sostenida con Iraq, ha sido factor fundamental para otro resultado en Washington de un sondeo divulgado por la revista Newsweek este 6 de mayo. La encuesta marcó un récord de baja popularidad para el Presidente, al registrar solo el 28% de apoyo a su gestión.
El sondeo evaluó además el impacto del legado del gobernante sobre los candidatos que aspiran a sustituirlo en la mansión presidencial en el 2008. La consulta fue realizada entre el 2 y el 3 de mayo a 1 001 personas mayores de 18 años, con un margen de error del 4%.
La muestra de la encuestadora Gallup indicó que los punteros en la puja republicana son ampliamente derrotados por sus pares demócratas. Los senadores Barack Obama, Hillary Clinton y el ex aspirante a la vicepresidencia en el 2004, John Edwards, están en condiciones de propinar una contundente derrota a los republicanos Rudolph Giuliani o John McCain, señala.
El tema ha llegado al extremo de que el congresista demócrata por Pennsylvania, John P. Murtha, exhortó el pasado lunes 30 de abril a sus colegas a considerar un juicio político contra el presidente George W. Bush.
Murtha dijo que la insistencia de Bush en vetar el proyecto de ley para el retorno a Estados Unidos de las tropas que libran la guerra en Iraq, como ha acordado el Congreso siguiendo el deseo claramente manifestado por el pueblo norteamericano, merece se inicie un procedimiento de impeachment para sacarlo de la presidencial.

Wednesday, May 02, 2007

Desbandada en Dublín del procónsul de Bush

Desbandada en Dublín del procónsul de Bush
"Soy Caleb McCarry", fueron las únicas tres palabras que logró pronunciar el procónsul encargado del Plan Bush, en una reunión convocada en la Universidad de Dublín, Irlanda, donde supuestamente debía exponer sus últimas elucubraciones sobre la llamada "transición en Cuba".
El procónsul de Bush fue repudiado por manifestantes que le pidieron el fin del bloqueo a la Isla.
Caleb asustado, de espaldas a la pizarras: “lo pensará dos vecesantes de presentarse nuevamenteen público”.
Después de un cambio estratégico de sala, decidido en el último momento por las autoridades de la facultad de ciencias políticas, ante la presencia de un numeroso grupo de amigos de Cuba, y la llegada de ocho agentes de la policía local, McCarry y sus escoltas de la embajada norteamericana se vieron, de todas formas, acorralados en una exigua aula frente a un muro de pancartas que lo repudiaban.
De espaldas a una pizarra donde permanecían expuestos los fundamentos de la geometría euclidiana, McCarry balbuceó su nombre y luego fue silenciado por las expresiones de rechazo a su presencia en la institución.
El mensaje no podía ser más claro, tal como fue expuesto en un enorme poster: "Caleb McCarry coordina tres políticas claves del gobierno de EE.UU.: el bloqueo ilegal contra Cuba, la guerra terrorista secreta contra Cuba y la propaganda global contra Cuba… por qué entonces se le invita?"
Incapaz de imponer el silencio a los manifestantes, el moderador de la asamblea anunció que la reunión estaba postergada y tendría luego lugar en un sitio "secreto".
McCarry y sus ángeles de la guarda terminaron su visita replegados en un camino de servicio, atrás del edificio, donde los alcanzaron y los rodearon de nuevo sus perseverantes perseguidores.
Uno de ellos —un activista por la causa de Los Cinco que llevaba un pulóver denunciando a Luis Posada Carriles— ofreció al procónsul en desbandada un ejemplar de un folleto titulado "Puede usted ser encarcelado en los EE.UU. por combatir al terrorismo? Sí, si usted combate al terrorismo en Miami".
McCarry se apuró en subir al vehículo que lo sacó a toda velocidad del lugar.
"Por lo que vi hoy, se supone que Caleb McCarry lo pensará dos veces antes de presentarse de nuevo en una asamblea pública en Irlanda", comentó un testigo de la fuga imperial. (Jean-Guy ALLARD